Desde hace años disponemos de datos que relacionan el mayor número de horas viendo la tele o con el ordenador con una situación socio-económica peor o más adversa (Stamatakis y cols. 2009, para ver el resumen en inglés pincha aquí). En los últimos meses han aparecido más datos que nos alertan del peligro del sedentarismo y del empleo de una significativa cantidad de nuestro tiempo libre diario con el ordenador o viendo la tele.
Ver la tele (y ahora navegar o conectarse con el ordenador) son nuestra principal actividad sedentaria en el tiempo libre y se asocian a la presencia de factores de riesgo metabólico o cardiovascular aunque no se conocia su relación con el riesgo de fallecer y sus causas.
Investigadores australianos (para ver el abstract en inglés pincha aquí) estudiaron las relaciones entre emplear mucho tiempo viendo la tele y el riesgo de muerte tanto global como de causa cardiovascular, por cancer y por otras causas. Tras seguir durante más de 6 años a 8800 adultos a partir de 25 años, encontraron que , incluso tras tener en cuenta la edad, el sexo, la cintura o el nivel de ejercicio físico, por cada hora diaria empleada viendo la tele aumenta el 11% el riesgo de muerte global (intervalo de confianza al 95% 1.03-1.20, osea del 3 al 20%/hora diaria) así como la muerte por causa cardiovascular en un 18% (del 3 al 35%) y en un 9% la muerte por cáncer (aunque esta relación no fue significativa). El incremento del riesgo de muerte llegó a ser del 46% (del 4 al 205%) para los sujetos que ven más de cuatro horas diarias de tele. Estos datos ya sugieren que no solo es importante hacer ejercicio, sino reducir el número de horas dedicadas a actividades sedentarias.
Aun más recientemente, Stamatakis y cols (2011) has estudiado a un grupo de escoceses (4512 personas de más de 35 años seguidos 4 años) para clarificar las relaciones entre el tiempo viendo una pantalla y la enfermedad cardio-vascular -infartos-. Tras tener en cuenta la edad, raza, sexo, obesidad, clase social, tabaquismo, enfermedades crónicas, estado civil, diabetes o hipertensión, resultó que en personas que emplean más de 4 horas al día de tiempo libre viendo una pantalla, el riesgo de mortalidad por cualquier causa fue un 52% mayor (del 6 al 216%) y la debida a problemas cardio-vasculares aumentó un 230% (del 33 al 396%) frente a los que emplean menos de 2 horas al día. Un hallazgo nuevamente llamativo es que considerar la cantidad de ejercicio no redujo de forma significativa esa asociación.
Las conclusiones son claras, ademas de hacer ejercicio físico regular , debemos de reducir el número de horas diarias viendo la tele o con el ordenador para así reducir también el riesgo de enfermedades crónicas como la cardiopatía isquémica. Ya sabes, apaga la pantalla y haz cualquier otra cosa, planchar, pasear, arreglar las macetas, jugar con tu familia; no sólo es probable que te ahorres horas de crispación, estupideces o manipulación, además ganarás salud.
¡¡Doctor, No como para lo que peso!!: La Obesidad a raya 
Por cierto, me he permitido recomendar tu blog desde el mío. Saludos y enhorabuena.
http://rentero.blogspot.com/2011/05/el-blog-que-te-dije-malas-noticias-para.html
Gracias
Hay algunas personas cuyo trabajo consiste en estar 7/8 horas sentado delante de una pantalla de ordenador (o sentado ante un mostrador atendiendo al público o similar) y que varios días a la semana salen a correr o nadar o montar en bici durante una hora. Qué menos que dedicar una hora a navegar por Internet, contestar emails, redes sociales o lo que sea, qué menos que ver una peli o un capítulo de una serie de TV por la noche… o leer un libro, que parece más intelectual pero es igual de sedentario…
Sinceramente ese consejo de «apaga la pantalla y haz otra cosa… como leer»… salvo que nos refiramos a leer mientras caminamos (con el consiguiente riesgo de tropezar y lesionarnos, algo tb arriesgado si se trata de conservar la salud) me parece absolutamente incongruente. ¿Ver la tele es malo y leer no? ¿por qué? ¿no son ambas actividades igual de sedentarias?
Algunas personas después de una jornada de trabajo (al que acuden normalmente en coche o autobús, es decir, también sentados) no pueden con su alma y bastante tienen con hacer alguna tarea doméstica de las que recomienda (planchar, fregar, limpiar…) antes de caer rendidos ante la comida/cena y enseguida a la cama que mañana hay que volver a madrugar.
Si hacer el esfuerzo de encontrar el hueco varios días a la semana para salir a hacer deporte al menos una hora tampoco sirve de nada, apaga y vamonos. ¿Volvemos todos a ser pastores para no ser tan sedentarios?
Tal como está el mercado laboral casi parece un lujo dedicarse a buscar un trabajo que no sea tan sedentario. Podíamos ser todos repartidores de correos y caminar varias horas al cabo del día, en contacto con el aire libre en zonas de la periferia y socializando con los vecinos. Ideal. Y utópico.
Todo en su justa medida. Al final entre la hora diaria dedicada a caminar, las 5 piezas de fruta, la media copa de vino con la comida, subir por las escaleras y un largo etcétera de recomendaciones deberíamos llevar una hoja de ruta milimetrada con lo que hay que hacer, no hacer, comer y no comer al cabo del día.
Como el chiste, «doctor, ¿viviré más?» / «pues no, pero se le va a hacer eterno» 😉
Tienes razón, corrijo la errata.
Saludos